miércoles, 21 de octubre de 2015

¿TENEMOS UNA CASA SALUDABLE?


Habitualmente cuando hablamos del tema de salud nos preocupamos por la contaminación del ambiente exterior, cuando en realidad pasamos el 90% del tiempo en espacios cerrados, ya sea en el trabajo, en casa, en la escuela,etc. Por lo tanto tenemos que tener conciencia que el ambiente interior de nuestro hogar es determinante de nuestro estado de salud.

Al igual que en alimentación, buscamos productos naturales y libres de tóxicos, nuestro hogar también puede estar construido con materiales que no solo están compuestos por productos nocivos sino que ademas puede que no estén bien diseñados para conseguir un ambiente interior y una casa saludable.



Podemos poner como ejemplo claro los aislantes sintéticos derivados del petroleo que se han popularizado en los últimos años por sus buenas características aislantes y su bajo precio, pero de los que no se ha tenido en cuenta su casi nula capacidad de transpiración y por lo tanto las condiciones que produce con la consecuente aparición de humedades y los tan temidos mohos, muy peligrosos para la salud.

Conseguir un ambiente interior adecuado no es tarea fácil y más si nuestra vivienda ya está construida. Principalmente el ambiente interior está determinado por los materiales de construcción, los sistemas constructivos, la buena distribución y orientación de la vivienda acorde a la situación y ubicación donde está construida.



Estas son unas pautas a tener en cuenta para la salud en nuestro hogar;

- Aire fresco, que se mueve de forma suficiente a lo largo del día y la noche.
- Aire que esté libre de sustancias nocivas y tóxicas, provenientes tanto del exterior como del propio interior.
- Utilización de materiales naturales y transpirables y un sistema constructivo efectivo que permita una buena regulación de la humedad y que no genere condensaciones.

Las causas de la mala calidad del ambiente interior son muchas y muy variadas y van desde el tratamiento de superficies con pinturas impermeables que no permiten ningún tipo de transpiración o regulación natural de la humedad del ambiente, los productos tóxicos de limpieza o la calefacción por radiadores de convención que movilizan continuamente partículas de polvo en el ambiente, así como la falta de ventilación o renovación de aire debido a nuestro estilo de vida.



Para mejorar la calidad en el ambiente interior de nuestra vivienda construida a veces tan solo aplicando nuevas pautas diarias, como ventilar más a menudo, controlar la regulación de humedad y temperatura en el interior o reducir la utilización de productos químicos de limpieza sustituyéndolos por productos naturales y ecológicos es suficiente.

Si tenemos que intervenir o reformar la vivienda podemos utilizar materiales de construcción absorbentes como revocos de cal, barro o corcho que nos ayudan a regular la humedad de forma natural.

Otra estrategia para conseguir una casa saludable sería la utilización de muebles y tejidos naturales como muebles de madera maciza, de ratán o tejidos naturales para alfombras y cortinas como fibras o lino.


¡Espero que os haya servido para ponerlo en marcha en vuestros hogares!



¡¡FELIZ DIA A TOD@S!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario